Un vistazo a la fabulosa conexión espiritual
Es común que, en algún momento de nuestra vida, hayamos escuchado conceptos como espiritualidad, meditación, vivir en el presente, energía, entre muchos otros. Todos ellos tienen tiene una gran importancia y una estrecha relación entre sí, sin embargo, en pocas ocasiones se investiga respecto a su significado, por desidia, olvido, o porque no se considera que puedan sernos útiles.
El desconocimiento de estos términos significa que muy probablemente hemos perdido la oportunidad de interesarnos en su práctica, a fin de obtener múltiples beneficios en las propias relaciones interpersonales y bienestar general.
El espiritualismo es un sistema filosófico que defiende la esencia del espíritu y la inmortalidad del alma. Implica el conocimiento de la manifestación de la energía del ser humano y la aceptación de la naturaleza inmaterial de uno mismo.
Practicarlo, conduce a la reflexión, solidaridad, empatía, compasión y a conectarse con nuestro ser en un sentido más amplio del que estamos acostumbrados.
La energía está presente en nuestros pensamientos, emociones, comportamiento, movimiento corporal y palabras, pero también se encuentra en absolutamente todo lo que nos rodea, y vibra en diferentes frecuencias.
Para conocer la vibra que tenemos, solo basta analizar cómo nos sentimos.
Una vibración baja se relaciona con sensaciones negativas, como la ira, el miedo, la angustia y la envidia. Una vibración alta se manifiesta con factores positivos, como el amor, la alegría y la humildad, por ejemplo.
Debido a que la energía se encuentra en todos lados, se transmite entre personas, lugares, situaciones y actividades, teniendo una repercusión positiva o negativa, dependiendo de la frecuencia que emanen. Las sensaciones negativas no son placenteras, por lo que el propósito es vibrar lo más alto posible, sin importar los factores externos. Evidentemente, rodearnos de un ambiente que vibre alto, siempre será bienvenido en nuestro sentir.
Depende entonces de uno mismo, enfocarse en mantener la propia energía el mayor tiempo posible en el máximo nivel de frecuencia, sin embargo, esto es una tarea que requiere disciplina para dominarla, y más, aún, al estar inmersos en una vida cotidiana donde se enfrentan diversas situaciones que comúnmente son percibidas como complicadas, momentáneas o duraderas, y que inconscientemente permitimos que nos generen ansiedad y estrés.
Mantenernos ajenos a prácticas espirituales, puede privarnos de poder transitar nuestra vida de una manera mucho más tranquila y con mejor salud, afrontando de una forma más consciente todo aquello a lo que catalogamos como “problemas”.
Una potente herramienta para revertir el estrés y la ansiedad
La frase “vivir en el ahora”, puede sonar como un cliché, sin embargo, es una práctica milenaria muy utilizada particularmente en las culturas orientales, difundida principalmente por el budismo y el hinduismo.
Una de las técnicas más practicadas hoy en día, es la meditación, que constantemente tiene mayores adeptos, incluso recientemente incorporada como parte de las actividades frecuentes en escuelas y empresas en todo el mundo, debido a que produce un estado de relajamiento profundo y fomenta la circulación de nuestra energía, eliminando el constante flujo de pensamientos desorientados, que provocan el estrés y la ansiedad. Su base es concentrarse en nuestra respiración y el momento presente, con una presencia y conciencia plena, estando mucho menos condicionados a las constantes y cambiantes circunstancias externas.
Posteriormente se profundizará más sobre este grandioso tema.